FernandoBedoya
Cristales
de agua suspendidos de Fernando Bedoya
Juan
Carlos Romero Verano
1998
Bolsas
de plástico con agua, no llenas del todo, colgando del techo de cualquier
negocio de comidas en Lima.
Si llega algún extraño al lugar no va a comprender qué está pasando, pero
enseguida tendrá la respuesta: son colocadas de esa forma para alejar a las
moscas de los lugares donde hay comida o alimentos frescos.
Extraño espectáculo.
El efecto que produce el agua dentro del plástico para ahuyentar a las moscas
hasta determinada geografía nos obliga a preguntarnos qué pasa con ese enorme
cristal colgado del cielo.
De día con los reflejos solares actúa como un prisma para descomponer los
rayos solares y producir un atractivo espectro de color. Primera respuesta
posible: los colores alejan a los insectos.
También el sol calienta el agua y aumenta el volumen de las bolsas tensándolas
al máximo hasta dar la sensación de que en cualquier momento va a explotar
por falta de espacio. Pero no es así, al llegar la noche se enfría el agua
y las bolsas vuelven a su volumen de siempre. Sólo que ahora tienen más energía
para recomenzar al día siguiente con el trabajo de alejar a los insectos que
volverán a insistir con acercarse al bocado fácil. Segunda respuesta: La energía
ahuyenta a los indeseables.
Hasta aquí las tesis posibles del efecto cristal de agua suspendido del cielo:
luz y energía para evitar las contaminaciones que producen aquellos que giran
siempre alrrededor de los espacios donde están los alimentos.
Fernando Bedoya inunda los espacios de la galería de arte con cientos de bolsas
con agua colgando para representar de esa forma la metáfora de la comida y
los predadores, para llamarnos la atención acerca del robo de los alimentos,
para decirnos que siempre estarán rondando las moscas para quitarnos aquello
que nos ayuda a sobrevivir.
Nos está diciendo con una extraña poesía visual que una forma de alejar a
los profanadores es llenando la mayor cantidad de espacios posibles con cristales
de agua que emitan luz y energía
Sólo agua como forma primaria y matricial de la vida.
Sólo agua sobre nuestras cabezas.
Sólo luz sobre nosotros mismos. Sólo luz.
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