arteUna

EduardoStupía

Ricardo Martín-Crosa

Hervidero de formas que buscan definirse, ebullición de seres que suben a niveles sucesivos de realidad, ambiguedad de figuras que oscilan anters de ser, como ecos de otras cosas...

Como una araña memoriosa en cuya tela se bordara la totalidad de los proyectos de los hombres, y la flora y la envolvente geografía, cada una de estas obras ofrece el pasmo de un oculto mundo, tal véz no terminado todavía.

Ahí radica el interés que suscitan estos dibujos con su umbral audacísimo.

Muestran cómo también la dificultad de percepción puede constituir un signo que debe ser interpretado.

Aquí en efecto se establecen dos tiempos complementarios de lectura.

Y en tre ellos surge una tensión que es el verdadero contenido.

La fuerza creativa de este umbral estético nos ha conducido a una dialéctica entre lo que se ve y lo que realmente existe.

Entre una trama y sus secretos.

Entre el mundo como ordenación, y el mundo como riada laberíntica.

Entre apariencia y sentido.

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