MarceloPelissier
Fragmentos de una heráldica
Jorge López Anaya
Los elementos, las formas, los colores y los motivos de la pintura de Marcelo Pelissier, remiten, como lo indica el título de esta exposición, a "Fragmentos de una heráldica". Nos enfrentamos a una pintura que recoge algunos rasgos del blasón (los elementos interiores, colores, metales, particiones, etcétera). Todos estos fragmentos están transformados, y tanto su sentido literal como la anécdota remiten a situaciones contemporáneas. El símbolo principal, que se repite en las pinturas, es el cerebro humano, que actúa como clave para la lectura del sentido del conjunto figurativo. Este órgano, colocado como un emblema heráldico, propone ejemplificar la "razón", menos como autoconciencia que como la definió Descartes: "La capacidad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo falso, que es justo lo que se denomina el bueno sentido o la Razón". Estos famosos conceptos volvieron a introducir en el mundo moderno el antiguo concepto de la Razón como guía común del género humano. Pelissier señala que estas obras se dirigen hacia la crítica de la "sacralización de la razón por la modernidad". En este sentido, parece hablar de la modernidad como proyecto universalista de "civilización", tal como la definió Christine Buci-Glucksmann: una modernidad apoyada en el optimismo de un progreso tecnológico ineluctable, sobre un sentido seguro de la historia y sobre un dominio racional de una realidad entregada a las utopías revolucionarias. Para obtener ese sentido con elementos figurativos, coloca los cerebros emblemáticos sobre un fondo dorado, metal empleado en los escudos de armas. Este color es una cita de la pintura medieval, en la que es imagen de la luz solar y de la inteligencia divina. El oro simboliza todo lo superior, la glorificación; es la iluminación suprema. Como dice el pintor, con este recurso muestra el lugar "sagrado" asignado a la razón por la modernidad. Pelissier realiza sus pinturas narrativas organizando la tela con una representación plana, pictóricamente sensible, sin esconder los rasgos del hacer. Casi todas las obras de esta serie "heráldica" poseen una partición en cuadrados, como bandas, en ambos lados. En estas celdas están adheridas fotocopias de fragmentos de pinturas famosas, que van desde el Bosco hasta el Greco. En las bandas laterales de La piedra de locura, se encuentra citado el cuadro del Bosco Extracción de la piedra de la locura. En esta obra de Pelissier, de compleja estructura simbólica, se hace referencia a la racionalidad y, como señala el artista, a "eso que nos constituye en seres supuestamente superiores a los demás animales que habitan el planeta, que sería la verdadera anomalía: la piedra de la locura". En algunas telas aparecen textos manuscritos (citas del diccionario) que, más allá de su contenido (la melancolía, los estigmas, etcétera) remite a la obra de los monjes que trabajaban en lo scriptoria (talleres) de los monasterios, en los siglos XI y XII, realizando manuscritos ilustrados. La pintura de Pelissier es una retícula llena de referencias a textos precedentes. Otros textos son evocados en sus obras de arte, coexistiendo en un plano de coherencia semántica y plástica. Esas referencias intertextuales pertenecen a contextos diversos al de las artes visuales, abundan los motivos literarios, científicos, filosóficos, etcétera. En todas las obras, por otra parte, existen referencias a la locura, el erotismo, la muerte, la enfermedad, la melancolía, la razón. Los cuadros expuestos, que están llenos de claves culturales descifrables, no dejan de plantear la interrogación sobre el proyecto moderno y su posible final. Para alcanzar el sentido propuesto, Pelissier toma como referentes figurativos la Edad Media y el Renacimiento‚ épocas en las que se dan los grandes cambios técnicos, científicos y políticos que han sedimentado en una nueva estructura social. En todas las telas, las aparentes contradicciones semánticas entre los elementos figurativos (la heráldica y Descartes) señala el paso del estado mítico, fundado en el "más allá" al estadio moderno o ilustrado. Son evidentes las referencias a la premodernidad, la modernidad y la posmodernidad, éste último concepto entendido como el declinar de la confianza en las ideologías identificadas con las ideas civilizadoras del progreso científico-técnico. Pelissier trabaja con la idea de producir una pintura "pictórica", pero no por ello deja de proponer al espectador un proceso de reflexión y de interpretación de los contenidos conceptuales. |
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