MiguelAngelGiovanetti

MEMOR-ORIS. (El que recuerda)
Rosa Faccaro Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte.

La pintura contemporánea realizada en los 70´, nos proporciona datos plásticos esenciales de una puesta en crisis, en especial las derreglamentaciones de un orden óptico clásico de la representación. Se verán pintores jugando con los efectos de trama, textura, con la bidimensionalidad y los encuadres iconográficos, en los cuales no se puede impedir el ver, unas prefiguraciones casi intuitivas de la estética numérica de las imágenes-pixel. Está a punto de concretarse un cambio de principio de la imagen, que deriva de una obsolencia cultural de las antiguas superficies: el principio ya no es especular, narcisista, de proyección; estas imaginerías preparan, anuncian el principio an-óptico, de los interfaces de conversión. La noción de interfaz deriva de una renovación importante de la memoria, del saber, de la comunicación y de la creación, gestos culturales que la misma nos permite comprender de forma muy diversa en registros estéticos y semánticos. Esto indica no el fin del sujeto, sino otra figura de la subjetividad. Lo imaginario contemplativo se transforma en un imaginario opertivo, demiúrgico. Esta imagen nos remite al juego de una serie de mediaciones específicas que lo traducen y conducen hasta el estadio de imagen-terminal. La novedad de estas nuevas imágenes se sitúa en los procedimientos que las hace posibles.

Este tipo de espacio-tiempo que evoca la expresión de un nuevo tipo de corporeidad, de una nueva materialidad, lejos de no traducir el devenir de lo real, podrá anunciar otra era de la imagen.

Miguel Angel Giovanetti tr

abaja en este sentido. Sus retratos dejan de lado la pieza-cuadro, para emprender otro tipo de presentaciones imaginarias. La huella de una presencia fotográfica (que reproduce al retratado en un registro específico) está determinada por una proceso de inmaterialidad y materialidad. Vemos como el artista trabaja con la memoria, y la huella que deja en el operador una imagen, una recuerdo.

Paradojalmente el artista elabora desde el campo de lo real una desmaterialización a través de la imagen digital, y viceversa, la materialización de una imagen virtual en un proceso realizado a través de mediaciones pictóricas. Este lenguaje crea una sistema de producciones de su imaginario que se pudo ver en las series anteriores como en las "Restitución de la memoria", y "Materialidades inéditas". Prosiguiendo con estas indagaciones la serie actual "Mémor-Oris", nos habla de "aquel que recuerda".

Giovanetti trabaja las figuras iluminadas de frente con el barrido hacia la izquierda. El artista comenta lo siguiente: "Todos los seres terminamos saltando al vacío", "El tiempo es circular, la imagen vuelve al punto de partida, sólo puede ser modificada por el tiempo y la memoria". "Cuando hice el retrato de Boccioni sonriendo, y luego muere en la Primera Guerra Mundial, la máquina de la realidad le pasa por encima".

Sus modelos son conocidos aunque se trate de artistas o personas que han desaparecido. Luego de escanear la fotografía Miguel Angel Giovanetti busca un traspaso en un papel que sufre la acción del tiempo. A través de una ampliación lo traduce a la tela, los pinta, y vuelca barnices sobre un plano horizontal hasta corporizar la imagen a través de un hecho azaroso. Entre la huida y el enfrentamiento, estas fotos de identidad de prontuario adquieren otra dimensión emotiva. Es a través de las mediaciones digitales, tomando el punto como origen de la imagen, hasta detener el tiempo, como el artista va conquistando sus registros.

El arte digital acompaña toda investigación en torno a la imagen, construyendo y deconstruyéndola. No por ello el artista plástico deja de lado su acrisolada experiencia artística, por el contrario va adquiriendo en estos controles de fase temporales nuevos registros que detiene y explora de acuerdo a sus necesidades expresivas.

<<

<c r i t i c a


arteUna - Todos los derechos reservados. Registro a la propiedad intelectual N.706.777