AlfredoBenavidezBedoya Versión taquigráfica completa del debate suscitado ..........
Comienzo del debate: Prof.
A. Barbagallo: Dottore E. Milanese: Observaciones del taquígrafo sobre el comportamiento del público (en adelante
O.T.S.C.P): Lic. Octavio Machain: Creo que el eminente Professore italiano no debería mezclar el enojo producido por algunos detalles de la organización, con la asepsia que la ciencia semiótica exige para aproximarse a obras de arte tan significativas. Al respecto, quiero señalar que me parece muy bien que nuestro artista no se emparente con una familia tan desordenada como la europea, la cual siempre nos ha tratado como a parientes demasiado lejanos para ser tomados en cuenta. Además, sus temas y asuntos no pueden ser tildados de caprichosos, por lo menos no mucho más que la realidad disparatada que nos toca a los parientes más lejanos del eminente Professore. Dotore Enrico Milanese: Ya que el amigo boliviano me lo pide ... Lic. Octavio Machain: Ni amigo, ni pariente lejano, ni boliviano, soy paraguayo y solo vecino en esta mesa de la discordia. Dottore Enrico Milanese: Bueno, anteponiendo mis disculpas, y ya que mi vecino me lo pide, desde la asepsia de la semiótica, creo que lo más evidente en el enunciado del grabado es la ruptura de la isotopía estilística, la cual insiste en la exasperación del alocutario. Sus actos perlocutorios tienden a la persuación mediante la discordancia icónica. La dificultad del análisis de semejantes alardes discursivos radica en que, a la particularidad de sus significados, no corresponde un lenguaje particular, sino que justamente el enunciado está vuelto a la negación de eso mismo. . . . ..... Enmascarado: No soy Gog, ni soy Magog, ni este es el (i) País de las Perfectas Equivalencias, y hace ya mucho que me abandonó La Maga del 4 de Oros. Es por eso que, al no ser Gog ni ser Magog, ni estar en perfecta equivalencia por no ser ya un protegido de la (i) Maga del 4 de Oros, hoy estoy aquí desde mí, como lo estuviera el Macho-Tararira en la Avenida de las Flores Mutantes antes de ser sentenciado por el piccolo Jurado y terminar ajusticiado por un Secretario de Estado, mientras desde su escritorio, y gracias a su infinita lengua, lamía y relamía el lejano horizonte que se puede ver desde un edificio poderoso. Traigo en mi mano un Sandwich Calibre 32 conseguido en la Fuente de la Abundancia, luego de vencer a los dieciocho barrabravas que la custodian. Y con él amedrentaré a todos los sabios notables que pretendan acallar el verbo que me permite hablar. Puesto que, sepan ustedes que vivo atrapado en una Babel metafórica desde que viera el grabado de ABB titulado El Artista y su Público. Desde entonces y hasta hoy mi vida circula entre Unidades de Caballería Montadas sobres Mulas Extensibles y Montones de Caca en Atlantic City. Por eso, y como hiciera la Sota de Espadas, estoy dispuesto a matar a la Bestia Peluda para seguir sosteniendo la Teoría sobre la Única Mentira Posible a Finales del Segundo Milenio. La cual contiene la única certeza dentro del baluarte metafórico donde existo, y que no pienso revelar todavía. . . . ..... Teoría delirante No. 34 Teoría sobre el Amor El amor es un proceso de hipnosis mutua y profunda. Cuando dicho proceso no es mutuo y sólo uno de los protagonistas deja en suspenso su vida, no se trata de Amor, se trata de Tragedia. Como el Teatro nos enseña, a todo protagonista se le opone un antagonista, pero en el Amor estas dos figuras teatrales se presentan como oponentes intercambiables, pues el desarrollo hipnótico del Amor permite que los roles, las personas y los poderes atribuidos a cada uno viajen de uno a otro sin preferir a nadie, y puedan deslizarse en libertad mientras el narcótico sentimental estimulado se mantenga. . . .
Esta teoría sobre el amor, como su naturaleza los exige, está íntimamente ligada a otras como: La Teoría sobre la siesta con Mujer Propia (y con Mujer Ajena), la Teoría sobre la Alumna y el Profesor, y algunas mas de componentes en equivalencia; concentraré entonces mi análisis solamente en aquellos aspectos científicos que el Amor en su inevitable improvisación puede ofrecer... ..... La paz que a ésta fugaz sensación reemplaza, es en realidad la seguridad sobre nuestra muerte futura que se vuelve patente ante la armonía alcanzada. Es por eso, el Amor una ceremonia donde aceptamos nuestra propia muerte confundida con la del amado, y son los sentimientos, el ladrido bestial que nuestro instinto impone como protesta ante su segura desaparición. Alfredo
Benavidez Bedoya
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